El estilo nórdico va adquiriendo con el paso del tiempo algunos toques vanguardistas o de estilo moderno que han encontrado su espacio y el resultado es una perfecta combinación, atrevida, elegante que a la vez da siempre la sensación de espacios luminosos y cómodos.
Así se trasmite en esta casa de marcadas líneas contemporáneas y decorada con los elementos más puros del nórdico tradicional: maderas, formas suaves y ligeras y mucha iluminación proyectada en los tonos claros utilizados.
Dos grandes puertas correderas acristaladas que salen a una gran terraza han sido la clave para dar vida a este amplia sala comedor, ya que consigue proyectar el jardín hacia el interior y disfrutar de la naturaleza desde la comodidad del hogar.
La sala se ha vestido con elementos muy sencillos. Una gran alfombra de lana tejida ocupa gran parte del espacio dando calidez a la estancia; el sofá modular es el modelo Söderhamn de Ikea al que se han añadido algunos cojines en tonos neutros para hacerlo aún más mullido y cómodo y conjuntando con dos amplios sillones individuales de madera natural.
La mesa de centro es una composición realizada con una estructura metálica y mármol blanco vetado en gris muy original. Las plantas naturales y el toque desenfadado de algunos cojines en el suelo y las láminas colgadas en las paredes hacen el salón un lugar con vida propia.
Para más funcionalidad aún, se ha habilitado un espacio para un pequeño escritorio al que acompaña un taburete, todo en madera natural y que sirve igual para colocar pequeños objetos de uso diario como para zona de trabajo ocasional.
Hay dos puntos que captan la atención visual de este diáfano comedor: la lámina que pone color a la pared y la original lámpara negra modelo Vértigo de Petite Friture.
Para el mobiliario se ha hecho una bonita composición en madera natural. Una gran mesa elaborada con dos caballetes y un tablero al que se han añadido seis sillas Wishbone de Carl Hansen&Son.
Para el dormitorio principal se ha seguido la misma línea en cuanto a los básicos de paredes blancas y suelos en tonos neutros, escogiendo, en este caso, algunos puntos visuales en negro, tales como el cabecero de la cama, las láminas de la pared y elementos decorativos como maceteros, mesitas y lámparas.
Junto a la ventana se ha colocado una mesa escritorio con una silla giratoria de despacho en madera de estilo vintage que igual puede ser utilizada como rincón de lectura que como improvisado tocador, ya que recibe toda la luz natural del exterior.
La afición familiar por la lectura y la música se deja ver perfectamente en este rincón de líneas muy simples con combinación en blanco y negro. Un cómodo y amplio sillón tipo puf, una gran alfombra blanca, algunas láminas y discos de vinilo que adornan la pared, las plantas naturales y un viejo cartel de cine que invita a permanecer en el lugar.
En la habitación juvenil se continúa con el mobiliario en madera natural. Las láminas que visten las paredes blancas también siguen la línea de colores neutros. Una sencilla cama junto a la pared, un perchero visto para el vestuario más usual y el escritorio junto a la ventana son los únicos elementos decorativos con que cuenta, dando así una sensación de espacio y pulcritud.
Y llegamos a la habitación que más nos gusta de la casa, la habitación infantil, un lugar que disfruta igualmente de maravillosas vistas al jardín y amplias ventanas que la iluminan. En ella se han cuidado al máximo los detalles haciendo bonitas combinaciones en blanco y negro tanto de mobiliario como de textiles.