En esta publicación les mostramos un apartamento tradicional de unos 40 metros² con una ingeniosa y económica solución que resuelve dos problemas a la vez: ampliar el tamaño de la cocina integrada a la sala y crear un espacio para el comedor que permita una mejor distribución.
Sala con cocina integrada
Manteniendo la cocina original prácticamente sin cambios, la solución para ampliar el área consistió en la instalación de un mueble multifunción frente a ella. Este mueble contiene del lado de la cocina el horno, una placa de inducción y espacio de almacenaje, duplicando el espacio destinado a la preparación de comidas. Del otro lado funciona como comedor, con parte de la mesada de madera sobresaliente que facilita la ubicación de taburetes altos.
Al dejar el fregadero en la zona de la cocina original, la instalación del mueble se vuelve más económica aún ya que no implica trabajos pesados de cañerías ni romper paredes. Dado que la placa y el horno son eléctricos, con un toma corrientes cercano es suficiente para que todo funcione.
La cocina original con mesada de acero y muebles en gris claro que además ocultan el frigorífico. Se mantuvo el mismo estilo en el mueble nuevo para lograr continuidad. Lo único diferente es la mesada de madera, que ayuda a integrar mejor la cocina a la sala desde el plano decorativo.
Mesada que hace de barra / mesa de comedor
La instalación del nuevo mueble para ampliar la cocina además funciona como barra y comedor, permitiendo reemplazar la tradicional mesa por una solución que ocupa menos lugar y se acomoda mejor a espacios pequeños.
Más ideas para ahorrar espacio: junto al comedor y frente al sofá se instaló en la pared un pequeño mueble con cajones y la TV encima, ahorrando valiosos metros y contribuyendo a crear una sala mejor distribuida y más espaciosa.
Habitación pequeña con paredes grises
La habitación pequeña es un espacio acogedor. El color gris de las paredes, a pesar de ser un color frío, contribuyen a generar sensación de calidez.
Como no hay suficiente espacio para colocar mesas de luz, en ambos lados de la cama se instalaron lámparas de pared mientras que el alfeizar de la ventana funciona como superficie de apoyo.
La carpintería general se pintó de blanco, contrastando con las paredes excepto las puertas del armario que, al ser del mismo color que la pared, se mimetizan en la decoración y pasan desapercibidas.
Un conjunto de estantes de madera en un rincón crea una pequeña librería que además decora la habitación.
Recibidor con escritorio
El recibidor es un espacio con forma de «L» que conecta todas las estancias con la entrada a la vivienda. La gran protagonista de la decoración es la pared de ladrillo visto que suma color y textura a la ambientación. Si bien el apartamento tiene 40 metros², medida suficiente y cómoda para viviendas de 1 sola habitación, gran parte de esos metros los ocupa el recibidor, resultando en una sala y habitación relativamente pequeños.
En el mismo recibidor se ubicó un escritorio antiguo pintado de gris, creando un espacio de trabajo aislado del sala y de la habitación.
Espacio de trabajo en el recibidor, con un escritorio antiguo combinado con estantes de Ikea. El escritorio se puede cerrar completamente, permitiendo esconder papeles y mantener el área ordenada, fundamental al tratarse de un lugar de paso obligatorio hacia cualquier estancia del apartamento.
Baño
El baño pequeño, con un mueble de madera como acento decorativo, destacando frente al revestimiento de pared gris. Una estantería metálica suma espacio de guardado para textiles y el cesto de la ropa.
Via Alvhem